La
novela picaresca
Novela picaresca
es un género literario narrativo en prosa muy característico de la literatura
española, aunque trascendió a la europea en general. Surgió en los años de
transición entre el Renacimiento y el Barroco, durante el llamado Siglo de Oro
de las letras españolas.
La novela
picaresca surgió como crítica por un lado de las instituciones degradadas de la
España imperial y por otro de las narraciones idealizadoras del Renacimiento:
epopeyas, libros de caballerías, novela sentimental y novela pastoril. El
fuerte contraste de valores entre los distintos estamentos sociales de la
España de la época generó, como respuesta irónica, unas llamadas «antinovelas»
de carácter antiheroico, mostrando lo sórdido del momento histórico: las
pretensiones de los hidalgos empobrecidos, los miserables desheredados, los
falsos religiosos y los conversos marginados. Todos éstos se contraponían a los
caballeros y burgueses enriquecidos que vivían en otra realidad observada por
encima de sus cuellos engolados. Algunos críticos han apuntado que este género
es «Un producto pseudoascético, hijo de las circunstancias peculiares del
espíritu español, que hace de las confesiones autobiográficas de pecadores
escarmentados un instrumento de corrección».
En España el
género extraía la sustancia moral, social y religiosa del contraste cotidiano
entre dos estamentos, el de los nobles y el de los siervos. Durante el siglo
XVII comienza a vulgarizarse y degradarse la hidalguía y personajes, como don
Quijote o el hidalgo pobre que se hace servir por Lazarillo de Tormes, son
ilustraciones de este fenómeno en la literatura española, encontrando también
su correlato reflejado por el género teatral del entremés. El humilde guitón,
bigardo o pícaro de cocina como tal es un anticaballero errante en una «epopeya
del hambre» a través de un mundo miserable, donde sólo se sobrevive gracias a
la estafa y el engaño y donde toda expectativa de ascenso social es una
ilusión; los vagabundeos de un Pablos o de un Guzmán constituyen el contrapunto
irónico a los de los valientes caballeros. La vida de Lazarillo de Tormes
(1554) es el comienzo de una crítica de los valores dominantes de la honra y de
la hipocresía, arraigados en las apariencias, que hallará su culminación y
configuración canónica con la Primera parte de Guzmán de Alfarache (1599), de
[Mateo Alemán]
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