Los Microprocesadores.
El microprocesador es uno de los
logros más sobresalientes del siglo XX. Esas son palabras atrevidas, y hace un
cuarto de siglo tal afirmación habría parecido absurda. Pero cada año, el
microprocesador se acerca más al centro de nuestras vidas, forjándose un sitio
en el núcleo de una máquina tras otra. Su presencia ha comenzado a cambiar la
forma en que percibimos el mundo e incluso a nosotros mismos. Cada vez se hace
más difícil pasar por alto el microprocesador como otro simple producto en una
larga línea de innovaciones tecnológicas.
El microprocesador (o simplemente
procesador) es el circuito integrado central y más complejo de un sistema
informático; a modo de ilustración, se le suele llamar por analogía el
«cerebro» de un computador.
Es el encargado de ejecutar los
programas, desde el sistema operativo hasta las aplicaciones de usuario; sólo
ejecuta instrucciones programadas en lenguaje de bajo nivel, realizando
operaciones aritméticas y lógicas simples, tales como sumar, restar,
multiplicar, dividir, las lógicas binarias y accesos a memoria.
Esta unidad central de
procesamiento está constituida, esencialmente, por registros, una unidad de
control, una unidad aritmético lógica (ALU) y una unidad de cálculo en coma
flotante (conocida antiguamente como «coprocesador matemático»).
El microprocesador está conectado
generalmente mediante un zócalo específico de la placa base de la computadora;
normalmente para su correcto y estable funcionamiento, se le incorpora un
sistema de refrigeración que consta de un disipador de calor fabricado en algún
material de alta conductividad térmica, como cobre o aluminio, y de uno o más
ventiladores que eliminan el exceso del calor absorbido por el disipador. Entre
el disipador y la cápsula del microprocesador usualmente se coloca pasta térmica
para mejorar la conductividad del calor. Existen otros métodos más eficaces,
como la refrigeración líquida o el uso de células peltier para refrigeración
extrema, aunque estas técnicas se utilizan casi exclusivamente para
aplicaciones especiales, tales como en las prácticas de overclocking.
La medición del rendimiento de un
microprocesador es una tarea compleja, dado que existen diferentes tipos de
"cargas" que pueden ser procesadas con diferente efectividad por
procesadores de la misma gama. Una métrica del rendimiento es la frecuencia de
reloj que permite comparar procesadores con núcleos de la misma familia, siendo
este un indicador muy limitado dada la gran variedad de diseños con los cuales
se comercializan los procesadores de una misma marca y referencia. Un sistema
informático de alto rendimiento puede estar equipado con varios
microprocesadores trabajando en paralelo, y un microprocesador puede, a su vez,
estar constituido por varios núcleos físicos o lógicos. Un núcleo físico se
refiere a una porción interna del microprocesador cuasi-independiente que
realiza todas las actividades de una CPU solitaria, un núcleo lógico es la
simulación de un núcleo físico a fin de repartir de manera más eficiente el
procesamiento. Existe una tendencia de integrar el mayor número de elementos
dentro del propio procesador, aumentando así la eficiencia energética y la
miniaturización. Entre los elementos integrados están las unidades de punto
flotante, controladores de la memoria RAM, controladores de buses y
procesadores dedicados de vídeo.
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