Recibe la denominación de cine 3D
la tecnología de filmación y proyección de cine para que simule la visión
tridimensional humana real.
El fenómeno del cine resultó una
innovación, la inquietud de un cine que pudiese reproducir las imágenes tal
cual son visualizadas por el ojo humano fue inminente. La historia del cine
data que, después del surgimiento de este medio (en 1895 con la primera
proyección pública de la mano de los Hermanos Lumière) se comenzó a plantear la
posibilidad de dotar a este nuevo gran espectáculo con la tercera dimensión
para que se hiciera más real.
Se sabía que el cerebro creaba la
sensación de tridimensionalidad sumando las dos imágenes que recibía a través
del ojo izquierdo y del derecho. Lo que faltaba, era crear una solución técnica
que permitiera proyectar esas dos imágenes de forma separada para que el
cerebro las uniera.
Típicas gafas 3D, con los
modernos filtros rojos y cian, similares a las lentes roja/verde y roja/azul
utilizadas en las primeras películas anaglíficas.
Entre 1890 y 1920 se hicieron
diferentes pruebas de sistemas cinematográficos en 3D, pero ninguno tuvo éxito
por su complejo mecanismo. Los pioneros en esta nueva rama del cine fueron,
principalmente, William Frieese-Greene, Frederick Eugene Ives, Edwin S. Porter
y William E. Waden.
En 1922 llegó el primer
largometraje en 3D aplicado por fotos a las salas comerciales de Los Ángeles.
El productor Harry K. Fairall y el camerógrafo Robert F. Elder, utilizaron el
método de la doble proyección a partir de dos películas de celuloide, separando
la imagen mediante los colores rojo y verde; donde cada color era captado sólo
por uno de los ojos, mediante unas gafas con cristales rojo y verde
respectivamente. La película The Power of Love no tuvo ningún éxito pero fue el
verdadero inicio del interés real por la cinematografía en 3D. Con la caída de
Wall Street en 1929, el desarrollo del cine tridimensional se detuvo.
La Alemania nazi ya utilizaba
este formato de 3D para el Ministerio de Propaganda de Joseph Goebbels.
Hubo que esperar hasta 1934. Año
en que la Metro Golden Mayer presentó algunos cortos rodados en 3D y que
tuvieron bastante éxito. En Europa, Louis Lumière presentó su famoso film
Llegada del tren en un cine 3D, vuelta a rodar con una cámara estereoscópica.
El cine tridimensional ya se había introducido en la sociedad.
Lo que faltaba, era la llegada
del color. Aunque todas las películas en 3D se rodaban en color, el paso a la
separación en colores rojo y verde (anaglifo) hacía que los espectadores obtuvieran
una imagen en blanco y negro. La llegada de los filtros polarizadores
patentados por Polaroid supuso un gran cambio, ya que no solo era posible
revelar las películas en color sino que se sustituía el uso de las gafas con
cristales de color rojo y verde por otras con filtros polarizados de Polaroid,
que permitían ver los colores. El inconveniente de este sistema era que se
proyectaba con dos proyectores simultáneamente sobre la misma pantalla, por lo
que era difícil mantener la sincronización; cualquier reparación en una de las
cintas debía repetirse en la otra. Además requería dos operadores en vez de uno
y una pantalla especial, metálica para que mantuviera la polarización, que en
una pantalla normal se perdería.
En los años 1960 hubo estrenos
ocasionales de películas en 3D, pero fue Arch Oboler quien se encargaría de su
nuevo resurgimiento creando el nuevo sistema Space-Vision 3D que imprimía dos
imágenes superpuestas en una sola tira de película y que permitía utilizar un
único proyector equipado con una lente especial.
Fuente bibliográfica: http://es.wikipedia.org/wiki/Cine_3D