Un
hoyo negro es uno de los objetos más extraños en el espacio. Es un área en el
espacio donde la gravedad es tan fuerte que incluso la luz no puede escapar de
él. Como la luz no puede escapar de un hoyo negro, éste aparece negro. La luz
puede viajar más rápido que cualquier cosa que conozcamos, a una velocidad de
186,000 millas (300,000 kilómetros) por segundo. Si la luz no puede escapar de
un hoyo negro, nada más que conozcamos puede. Un hoyo negro no es realmente un
hoyo y no está vacío. Está lleno con una gran cantidad de material comprimido
en un espacio extremadamente pequeño. Esto es lo que le da a un hoyo negro su
gravedad tan fuerte. El término "hoyo negro" es usado porque estos
objetos se observan como hoyos negros en el espacio Ð ya que ellos no irradian
luz. En ese lugar, la gravedad tiene tanta fuerza porque la materia se
encuentra comprimida en un espacio muy pequeño y el mismo se
forma cuando muere una estrella.
Como la luz no puede escapar de allí, no
se trata de algo observable, o sea, los agujeros negros no pueden verse. Aunque
con telescopios espaciales muy sofisticados, hoy podemos conocer su ubicación y
cómo es que las estrellas que están muy cerca de donde se encuentran los
agujeros negros actúan de forma diferente al resto de las estrellas
De
acuerdo a lo que señala la NASA, los
agujeros negros pueden ser grandes o pequeños. Los científicos creen que un
agujero negro puede ser tan pequeño como un átomo y que a pesar de que su
tamaño sea tan diminuto, pueden llegar a tener la misma masa que una montaña
enorme, siendo la masa la cantidad de materia que tiene un objeto.
Por otro lado, cuando es de
grandes dimensiones, un agujero negro puede ser tan grande como 20 Soles. Los
de este tipo son los llamados agujeros negros estelares. También existen
agujeros negros aún más grandes: los agujeros negros supermasivos. El
tamaño de estos gigantes oscuros equivale a la increíble suma de más de 1 millón
de veces el tamaño del Sol.
Los científicos han encontrado evidencia
suficiente como para señalar que en cada gran galaxia existe al menos un
agujero negro supermasivo y en el mismísimo centro. Al que existe en la Vía
Láctea se lo conoce como Sagitario A, su tamaño equivale a 4 millones de veces
el del tamaño del Sol y dentro de él cabrían varios millones de planetas Tierra.